martes, 15 de abril de 2014

WILFRED, DEL FUTBOLÍN A LA PAQUETERÍA

Un guardameta nigeriano muy conocido y querido en su época, los aficionados lo relacionaran con el Rayo Vallecano, ya que gran parte de su pericia como guardameta la ejerció allí durante tres temporadas, jugando 76 encuentros. Un tipo de tez negra y redonda y con cara de buena persona, mucho carisma y simpatía.

Se trata de Wilfred Agbonavbare, Wilfred para los amigos por lo impronunciable de su apellido. Nació en Laos (Nigeria) y fue coetáneo de Peter Rufai, el príncipe africano, que también jugó en España, concretamente en el Hércules y con él se disputaba la portería de la selección nigeriana.

Fue toda una leyenda en el Rayo, tanto es así que hasta en los bares de Vallecas pintaban siempre a uno de porteros de negro para emular a Wilfred. 

Fichó por el Rayo en la temporada 1990/91, ascendiendo al año siguiente a Primera y ya en la 1995/96 fichó por el Écija Balompié, en Segunda.

En el año 2002 se publico en “El Mundo” donde se decía que después de colgar los guantes trabajaba como repartidor en una empresa de mensajería, trabajo que simultaneaba con el de entrenador de porteros del modesto CD Coslada.


Si esta información es verídica, no debió ganar las fortunas a las que nos tienen acostumbrados ahora los futbolistas. El fútbol y el futbolín modesto también existen.  

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